La analogía del superhombre: la metáfora de Superman.
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Ilustración de María Ramos 4º B |
Alboreaba la mañana con un sol resplandeciente. Luego, enrojeció el cielo al ponerse el sol. Fue el plazo de un día.
Uno tras otro se sucedieron como en un sueño. Llegaría el último, al cabo. Pero no quería. De dar tantas vueltas se estaba mareando. Pero se encontraba a gusto en aquel vértigo.
Se dijo que el tiempo es relativo, que lo que para algunos animales duraba la vida, para otros era apenas el despertar de las emociones. Que lo que para algunos era un presente ilimitado, para él era una fugaz huida, una irremediable y angustiosa pérdida de momentos irrepetibles. Se quería engañar.
Pero no pudo. Perdió la cuenta de las revoluciones. Era igual, no le iban a preguntar su número.
Cuando acabó el experimento le preguntaron, en cambio, cómo se encontraba. Le hicieron las inevitables pruebas para determinar su estado.
Y se convencieron de que era bueno. De que había superado la prueba.
microrrelato de José Luis García Casquero Profesor
ilustración de María Ramos 4º ESO B
ilustración de María Ramos 4º ESO B
La importancia de una vida normal
Pepa y Pepe eran una felicísima pareja muy aficionada al género narrativo. Eran, de hecho, envidiosamente felices. Los amigos les decían que su historia era como la típica novela romántica: dos personas que se conocen de repente en circunstancias poco habituales, que se enamoran a primera vista y que, tras una serie de dificultades y penurias, consiguen estar juntos y ser felices. Así fue que un día Pepe decidió que, en consecuencia, sería hermoso certificar el mutuo amor ante Dios y el Estado, esto es, que contrajeran matrimonio. La alegría cundía en todo aquel que iba conociendo la noticia. Pero así fue que otro día, Pepe, tras cerrar su volumen de Dafnis y Cloe y reclinarse en la butaca, recibió un destello clarividente. De un sólo salto se posó junto a Pepa, que leía cómodamente recostada en el sofá su edición de El nombre de la rosa. <<No debemos casarnos, cariño>>, dijo él. Tras explicar Pepe a Pepa el frenesí de razonamientos que había sufrido, decidieron anular la boda, por lo que la alegría general se tornó en desconcierto. En efecto, cuando se dieron cuenta de esto, de que su historia era como un típico relato romántico, decidieron no casarse jamás, bajo ningún concepto, y así ser felices para siempre. La razón de esta extraña y aparente contradicción es que temían la última parte de cualquier novela: el desenlace.
microrrelato de Félix Miranda Vallejo Profesor
ilustración de Alberto Sánchez 4º ESO B
ilustración de Alberto Sánchez 4º ESO B
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