¡Bienvenidos al blog de la revista del IES Campo Charro!

Como ya sabréis, está prevista la publicación de la Revista del IES Campo Charro 2010 / 2011 para después de las vacaciones de Semana Santa o a finales del tercer trimestre. Este blog ha sido creado para informar de los avances de esta revista y para pedir la colaboración de CUALQUIER PERSONA que de una manera u otra esté relacionada con el Instituto y quiera participar en este proyecto. Porque con vuestra colaboración conseguiremos sacarlo adelante. !Animaos y gracias!

lunes, 16 de mayo de 2011

Alumnos ganadores del concurso de microrrelatos



Categoría de alumnos de  3º y 4º de ESO y del PCPI
La maldición férrica

Hace 800 años había un orfebre en Fuensaldilla que, según se cuenta, era un gran fabricante de medallas.
El panadero de Villalaza fue con su burra a Fuensaldilla, a casa del orfebre. Llevaba como encargo hacer un medallón con las inscripciones de la incial del nombre de cada uno de sus hijos: José, Hilario y Sempronio. Era con la intención de que si algún día él fallecía, sus dos hijos, José y Sempronio, supiesen que tenían un hermano que en su día, sus padres dieron en adopción. Cuando ya había encargado la medalla, el orfebre le pidió 500 maravedíes y, como pertenecía a una familia de pocos recursos, le dijo que se lo pagaría en plazos. Pero un día no pudo pagar y se presentó el orfebre en el oratorio pidiendo lo que era suyo, pero el panadero, dándole sinceras explicaciones, le dijo que no podía pagarle. Entonces el orfebre cogió la medalla y repasando sus letras echó una maldición a los tres hijos, y se la volvió a entregar.
José falleció a los tres meses de una epidemia de peste, que diezmó la población. Al poco tiempo, Hilario tuvo un hijo y se murió de meningitis y a Sempronio lo condenaron a la hoguera por hurto mayor.

microrrelato de Daniel Agudo Salvador  3º ESO A
ilustración de Tamara Moreno 4º ESO A

Categoría de alumnos de  1º y 2º de Bachillerato y alumnos del Ciclo

(Sin título)

Es ser alegre el mejor de los dones, no serlo ¿Para qué? Autocompadecimiento, victimismo. El practicismo no reina  fuera del lugar de la primera actitud. Ser consciente, lúcido, lleva al humano a conocer la decriptud que adquirimos todos por impronta, condena. Así pues, y en lo que a la experiencia connota en este, la belleza de una sonrisa motivada por el deseo lírico y quizás pseudoheroico es la misma belleza de aquello en su interior ambiguo, discordante y concomitante de lo que como humanos es tácito. Taciturno entonces es quizás una aposición natural al hombre, el camino del hombre de bien para los demás y él mismo. ¡Viva entonces la alegría, algo tan verdadero y profundo como lo es el ser humano!

microrrelato de Mario Rodríguez Rivas 2º de Bachillerato
ilustración de María José Sánchez 4º ESO B

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